¿Cuál es la mejor técnica de estudio según la ciencia?

Estudiar de manera eficiente es uno de los mayores desafíos que enfrentan estudiantes, profesionales y cualquier persona que desee adquirir nuevos conocimientos. Sin embargo, muchas veces nos preguntamos: ¿Cuál es la mejor técnica de estudio que realmente funciona según la ciencia? La respuesta no es tan sencilla, porque diferentes investigaciones han demostrado que existen varias estrategias efectivas, y la clave está en entender cómo aplicarlas correctamente según nuestras necesidades.

En este artículo, vamos a explorar las técnicas de estudio que la ciencia respalda como las más eficaces. Además, te explicaré cómo puedes utilizarlas para mejorar tu memoria, aumentar tu concentración y lograr mejores resultados académicos o profesionales. Así que, si quieres aprender cómo estudiar de manera inteligente, quédate con nosotros y descubre las estrategias que realmente funcionan.

La ciencia y el aprendizaje: ¿Qué dice la investigación?

Antes de responder cuál es la mejor técnica de estudio, es importante entender qué dice la ciencia sobre cómo aprendemos y qué métodos son más efectivos. Diversos estudios en neurociencia, psicología cognitiva y educación han demostrado que el aprendizaje no es simplemente repetir información, sino que implica procesos complejos como la memoria, la atención, la organización y la recuperación de datos.

Por ejemplo, investigaciones publicadas en revistas como “Psychological Science” y “Cognitive Science” han mostrado que técnicas que involucran la recuperación activa, el espaciamiento del estudio y la elaboración de la información son mucho más efectivas que la simple lectura o repetición pasiva. Además, entender cómo funciona la memoria a largo plazo y los mecanismos cerebrales que intervienen en el aprendizaje ayuda a diseñar mejores estrategias.

Por estas razones, la ciencia recomienda técnicas que potencien la memoria, la atención y la comprensión, en lugar de enfoques pasivos. A continuación, te presentaré las técnicas más respaldadas y cómo implementarlas.

La técnica de estudio más efectiva según la ciencia: el método de recuperación activa y el aprendizaje espaciado

Entre las múltiples estrategias, dos destacan por su respaldo científico: la recuperación activa y el aprendizaje espaciado. Vamos a explicarlas en detalle.

1. La recuperación activa

Este método consiste en poner a prueba tu memoria en lugar de solo leer o escuchar pasivamente. Es decir, en lugar de repetir la información, intentas recordar lo que aprendiste sin mirar las notas. Por ejemplo, después de estudiar un tema, cierras el libro y tratas de recordar los conceptos principales, o te haces preguntas sobre lo que viste.

Numerosos estudios demuestran que la recuperación activa ayuda a fortalecer las conexiones neuronales relacionadas con la información. Esto significa que, cuando intentamos recordar, estamos reforzando la memoria y facilitando su recuperación en el futuro. Además, esta técnica ayuda a identificar qué conceptos aún no comprendes completamente, permitiéndote enfocarte en esas áreas.

2. El aprendizaje espaciado

El aprendizaje espaciado, también conocido como distribución del estudio, implica distribuir las sesiones de estudio en el tiempo, en lugar de concentrarlas en una sola sesión (lo que se conoce como “maratón de estudio”). Por ejemplo, en lugar de estudiar 4 horas en un día, se distribuyen esas horas en varias sesiones cortas a lo largo de varias jornadas.

Esta técnica ha sido respaldada por estudios publicados en “Psychological Science” y “Memory & Cognition”. La razón es que el cerebro necesita tiempo para consolidar la información en la memoria a largo plazo. Cuando estudiamos en sesiones dispersas, cada revisión refuerza la memoria y evita el olvido.

Otras técnicas respaldadas por la ciencia que debes conocer

Además de la recuperación activa y el aprendizaje espaciado, existen otras estrategias que la investigación recomienda para potenciar el aprendizaje:

3. La técnica de la elaboración

Consiste en relacionar la nueva información con conocimientos previos o crear ejemplos propios. Cuando elaboramos, ayudamos a entender mejor los conceptos y a almacenarlos de forma más significativa. La ciencia muestra que la elaboración aumenta la retención y la comprensión, ya que implica procesamiento profundo.

4. La técnica del resumen y la enseñanza

Resumir lo aprendido en tus propias palabras o enseñarlo a otra persona ayuda a consolidar la información. Cuando explicamos un concepto, activamos procesos cognitivos que fortalecen la memoria y mejoran la comprensión. Además, detectarás cuáles aspectos aún no dominas.

5. La práctica de ejercicios y problemas

Resolver ejercicios prácticos o problemas relacionados con el tema de estudio es otra técnica efectiva, especialmente en áreas como matemáticas, ciencias o idiomas. La práctica activa ayuda a aplicar los conocimientos y a identificar errores o dudas.

¿Qué técnicas de estudio NO son tan efectivas según la ciencia?

Por otro lado, ciertos métodos comunes no tienen respaldo científico sólido. Por ejemplo, la simple relectura pasiva o subrayar sin más no son técnicas muy efectivas, porque fomentan un aprendizaje superficial y no promueven la recuperación activa ni el procesamiento profundo. La ciencia recomienda evitarlas o usarlas solo como complemento de estrategias más efectivas.

Cómo combinar las técnicas para obtener mejores resultados

Lo ideal, según la ciencia, es combinar varias estrategias en tu rutina de estudio. Por ejemplo, puedes planificar sesiones de estudio distribuidas en el tiempo (aprendizaje espaciado), realizar prácticas de recuperación activa (autoevaluaciones, preguntas), elaborar resúmenes y enseñar lo aprendido a otra persona.

Además, es importante crear un ambiente adecuado, sin distracciones, y mantener una actitud positiva y motivada. La motivación y el interés también influyen en la efectividad del aprendizaje.

Consejos prácticos basados en la ciencia para mejorar tu estudio

Para aprovechar al máximo estas técnicas, aquí tienes algunos consejos prácticos:

  • Planifica tus sesiones de estudio con antelación y distribúyelas en diferentes días y momentos.
  • Haz preguntas y prueba tu memoria sin mirar las notas para practicar la recuperación activa.
  • Revisa la información varias veces con intervalos de tiempo para consolidar en la memoria a largo plazo.
  • Elabora mapas conceptuales, resúmenes o explicaciones propias para fortalecer la comprensión.
  • Practica resolviendo ejercicios o problemas relacionados con los temas que estudias.
  • Mantén una actitud positiva y motivada, estableciendo metas claras y recompensándote por tus logros.

Resumen final: la mejor técnica de estudio según la ciencia

En conclusión, no existe una única técnica mágica que funcione para todos, pero la ciencia respalda claramente que las estrategias que involucran recuperación activa, aprendizaje espaciado y elaboración son las más efectivas. Estas técnicas ayudan a fortalecer la memoria, mejorar la comprensión y aumentar la retención de la información.

Por lo tanto, si quieres estudiar de manera más efectiva, te recomiendo incorporar estos métodos en tu rutina. Además, combina varias de ellas para potenciar aún más tus resultados. Recuerda que la constancia y la planificación son claves para lograr un aprendizaje exitoso.

Aplicando estas estrategias, no solo mejorarás tu rendimiento académico o profesional, sino que también harás que el proceso de aprender sea más agradable y menos estresante. ¡Empieza hoy mismo a implementar estas técnicas y experimenta la diferencia!


Tomado de:
How We Learn: The Science of Education” por Benedict Carey, publicado por la Universidad de Harvard y basado en investigaciones en neurociencia y psicología cognitiva.

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